¿Te pesas con mucha frecuencia? ¿Te has convertido en un esclavo de la báscula y tu peso dicta como vas a sentirte el resto del día o la semana? ¿un fracasado o alguien que cumple con sus objetivos? No estás solo, hay muchas personas que siguen este ritual casi a diario y tarde o temprano tomarán la decisión de empezar otra ‘’dieta milagrosa’’.
Pero no nos engañemos, las dietas, y la obsesión con el peso, son un producto creado por el mercado de consumo que genera millones de beneficios a expensas de nuestra salud mental y física. Ten en cuenta que el mercado de las dietas estuvo valorado en 192.2 billones de dólares en 2019 y se calcula que llegará a valer $295.3 billones en el 2027.
Tampoco es una coincidencia que las compañías que venden estas dietas o productos milagrosos pertenezcan a multinacionales de la industria alimenticia. Los mismos que fabrican productos altamente procesados, ricos en azucares y grasas y altamente calóricos ¡y adictivos!; y aunque lo nieguen, en gran parte responsables de la epidemia de obesidad a nivel mundial. ¿Se están asegurando los clientes futuros para sus programas de pérdida de peso? Posiblemente sí.
Por ejemplo, Weight Watchers fue comprada por Heinz en 1978 y vendida a la compañía Artal en 1999 por $755 millones de dólares. Slimfast fue vendida a Unilever, los fabricantes de helados Ben & Jerry y otros muchos productos conocidos; la dieta de Jenny Craig, muy popular en los Estados Unidos, pertenece a Nestlé , una de las compañías que más beneficio genera en el campo de la alimentación.
Tristemente y como médicos nosotros vemos las consecuencias de esta cultura y esto es lo que observamos en nuestra práctica clínica y en nuestro entorno social :
Sin embargo, creemos que, si la sociedad no cambia, el individuo sin la ayuda e intervenciones adecuadas no puede salir de este círculo vicioso. Dejar de pesarse es el primer paso. Comer una dieta nutritiva y equilibrada el siguiente paso para establecer una relación sana con la comida y el peso. Luego vendrá el trabajar las emociones y los pensamientos para lograr la recuperación a largo plazo.
No te quepa duda que llevará tiempo desaprender hábitos y conductas aprendidas, pero sabemos que es posible y que merecerá la pena.